12 de octubre de 1492. América descubre el vino de Toro.

Era en 1486, cuando Diego de Deza, un experto teólogo toresano tutor del príncipe Juan, consigue que los padres de este, los Reyes Católicos, den el apoyo suficiente a Cristóbal Colón para abrirle las puertas del Nuevo Mundo a bordo de La Santa María, La Niña y La Pinta.

De esta manera, primero el tinto de Toro, y ya posteriormente en otros viajes, vides de la Tinta de Toro, cruzaron el Atlántico reposando en las naves de Cristóbal Colón.

Vinos de Toro que dice la leyenda sirvieron para levantar la Torre del Reloj en el corazón de la ciudad de Toro, y que está presente en su Fiesta de la Vendimia, de interés turístico regional, así como en la famosa Fuente del Vino en las fiestas patronales… vino, uvas y viñedos, protagonistas y leitmotiv en la famosa canción del Tío Babú